Todos los padres se preguntan a veces si el comportamiento de su hijo es normal. Los niños de todas las edades exhiben comportamientos bochornosos o frustrantes: gimoteo, berrinches, pláticas sobre temas "tabú," malas palabras, o una tendencia a ser mandón con los compañeritos. Estos comportamientos ponen a prueba su paciencia y pueden hacer que pierda la cabeza. Aunque quiere mucho a su hijo, sus acciones le pueden hacerse sentir incómodo y susceptible a las críticas de otros.
Los padres se preguntan: "¿Por qué está haciendo esto?", "¿Perderá esta costumbre con la edad?", "¿Qué debo hacer?" Para cada comportamiento problemático, los padres luchan por saber cuáles comportamientos son normales, cuáles son aceptables, y cómo enfrentarlos. A veces es difícil distinguir entre el comportamiento inaceptable y el desarrollo normal.
Es difícil saber qué comportamiento es "normal" sin considerar no sólo el contexto o la intensidad sino también el comportamiento mismo. Los comportamientos pueden tornarse "anormales" si se prolongan por largo tiempo, si ocurren en un momento o un lugar inapropiado, o si sobrepasan de límites aceptables. Aquellos comportamientos que interfieren con las rutinas diarias también pueden clasificarse como anormales. Claramente, es importante identificar y cambiar estos comportamientos desde una etapa temprana.
Los padres con frecuencia recurren el uno al otro en busca de apoyo cuando el comportamiento de su hijo les abruma. Es importante buscar apoyo y expresar sus inquietudes. Esto le ayuda a concentrarse en el comportamiento y no en su propia incomodidad.
Las edades listadas a continuación constituyen pautas aproximadas. Los comportamientos listados ocurren más frecuentemente, pero no siempre, a estas edades. Los comportamientos pueden volver a aparecer en cualquier momento, particularmente en tiempos de estrés.
Desarrollo Normal | Cuando Consultar con Otros |
Berrinches (de 18 meses - 4 años) | cuando los berrinches continúan más allá de la etapa preescolar; cuando aumentan en frecuencia o se trata de un comportamiento arriesgado |
Uso de malas palabras o pláticas sobre temas "tabú" (de 3 años - adolescencia) | cuando no responde a límites |
Exclusión de otros o ser objeto de exclusión (de 4-12 años) | cuando se trata de un comportamiento arriesgado; cuando la exclusión está basada en perjuicios |
Tendencia a ser mandón o peleón (de 4-9 años) |
cuando no muestra ninguna empatía; cuando lastima a otros sin motivo; cuando se trata de un comportamiento arriesgado |
Incapacidad de compartir (de 1-4 años) | cuando no está limitado a artículos específicos; cuando no presenta ninguna mejora en el centro preescolar |
Hiperactividad (de 2 años - adulto) | cuando impide que el niño participe en actividades (como dormir, leer, actividades realizadas en grupo) |
Deshonestidad o robo (de 4-10 años) | cuando persiste por más de unos pocos meses; cuando recurre al comportamiento para ser el centro de atención |
Melindroso para comer (de 2 años - adolescencia) |
cuando prefiere sólo alimentos no nutritivos; cuando el pediatra se preocupa; cuando posiblemente se trate de un desorden relacionado con la alimentación |
A veces parece que los niños se resisten a todos y cada uno de los límites que uno fija. La resistencia y su reacción a ella ayudan a los niños a conocer los límites y las reglas para llevarse bien con los demás.
"¡Mira ese hombre en la silla de ruedas!" gritó Jimmy a su madre en la tienda.
Brian y Chris se reían mientras hacían ruidos groseros con las bocas y las manos mientras esperaban el comienzo de la película.
"¡Lo quiero, lo quiee-ro!" gritó Jennifer en el pasillo de los juguetes.
Los niños pueden comportarse de una manera inapropiada para obtener algo que quieren o para evitar hacer algo que no quieren hacer. A veces se comportan mal porque lo hacen sus amigos. Otras veces sencillamente están tratando de satisfacer su curiosidad. Sin embargo, la razón más común del mal comportamiento es sencillamente el deseo de ser el centro de atención.
A la mayoría de los niños les encanta tener un público. Cuando se encuentran en lugares públicos como tiendas o restaurantes, tienen la percepción de que usted puede ceder a sus deseos a fin de evitar un pleito. Algunos niños creen que si arman un escándalo, obtendrán lo que quieren o que la vergüenza que usted pueda sentir les permitirá conducirse de una manera inaceptable sin peligro de castigo.
Algunos padres encuentran que ciertos comportamientos son tolerables o incluso adorables en la casa pero inquietantes cundo son observados por personas ajenas. Otros padres luchan con el temor de que su hijo simplemente "no se ajuste al molde." Y otros sienten la necesidad de tomar medidas disciplinarias respecto a comportamientos que son inaceptables o arriesgados. Todos los padres se preguntan cómo sus familiares, sus amigos y los profesionales juzgan sus acciones y las de su hijo.
Puede consolarse por el hecho de que todos los niños se portan mal algunas veces. Los niños actúan de diferentes maneras y los padres luchan para decidir sobre la mejor forma de reaccionar. Aunque usted no puede adivinar cuándo se presentará un comportamiento negativo, la forma en que reaccione afectará la duración del comportamiento.
La mayoría de los niños pelean o hacen trampas, asumen una actitud de timidez o se vuelven respondones en algún momento dado. Con la mayoría de los niños, tal conducta desaparece con la edad sin que usted tenga que hacer mucho esfuerzo.
Aunque cada niño y cada situación son diferentes, existen algunos lineamientos básicos que permiten abordar los comportamientos preocupantes. Primero, asegúrese de mantener fuera de peligro a su hijo y a los demás. Manténgase cerca de él para ayudarlo a controlar su comportamiento o establecer límites.
Puede ser una táctica eficaz hacer caso omiso de ciertos comportamientos, tales como el gimoteo o las pláticas sobre temas "tabú", la primera vez que ocurran. Posteriormente, puede discutir el comportamiento con su hijo. "Esas palabras pueden herir los sentimientos de las personas, y en nuestra familia no las usamos."
Con otros comportamientos, puede resultar más eficaz la táctica de la "redirección." "Sé que estás enojado pero no puedo dejar que golpees el televisor. Pero puedes golpear este almohadón todo lo que quieras." La redirección ayuda a crear una solución para los dos.
De la misma manera, es mejor poner fin a ciertos comportamientos antes de que se descontrole la situación. Cuando vea que su hijo de 10 años está a punto de reventar porque ha sido objeto de burlas y excluido de las actividades, intervenga para aliviar la presión. Ofrezca una actividad alternativa a todos los niños. "¿Por qué no jugamos todos ahora Captar la Bandera?"
Ayude a su hijo a encarar las consecuencias de sus acciones. Esto puede ser incómodo para él, pero es importante que usted le dé orientación muy clara y le ofrezca la oportunidad de componer la situación. "Kevin, necesitamos llevar estos caramelos de regreso a la tienda y explicar al empleado que tú no los pagaste." Explique claramente a su hijo que el acto de robar los caramelos fue inaceptable y que debe encarar las consecuencias.
El Daily Parent es preparado por NACCRRA, the National Association of Child Care Resource and Referral Agencies.
© 2012 NACCRRA. Todos derechos reservados.