Los educadores y los padres deben trabajar en estrecha colaboración para desarrollar estrategias adecuadas respecto al uso de medicamentos en el contexto de las escuelas o los centros de cuidado de niños. Tanto la condición médica del niño como los medicamentos utilizados para su tratamiento requieren buenas comunicaciones entre padres, maestros, enfermeras, proveedores, consejeros y niños.
Al mantener buenos registros del historial médico de su hijo - desde las inmunizaciones hasta las alergias - usted estará preparado en caso de que su hijo se enferme de gravedad o de manera crónica. Debe actualizar regularmente la carpeta sobre asuntos de salud que mantiene en la casa, ya que la necesitará una y otra vez al matricular a su hijo en centros de cuidado de niños o programas de recreo durante el verano. En particular, debe tomar nota de cualquier medicamento que haya provocado una reacción adversa.
Proporcione al proveedor de servicios de cuidado de niños o a la enfermera de la escuela los nombres y números de teléfono de los profesionales de atención de salud que atienden a su hijo. Para las condiciones crónicas como las alergias, el asma, o la diabetes, indique por escrito cuándo la enfermedad fue diagnosticada por primera vez, cómo está siendo tratada y cuáles medicamentos están siendo utilizados. Para evitar la confusión, cerciórese de escribir cualesquier instrucciones especiales directamente en el frasco, por ejemplo, si debe tomarse antes o después de las comidas, o con o sin líquido.
Tanto los padres como las enfermeras en las escuelas o los proveedores de servicios de cuidado de niños deben desarrollar un buen sistema de comunicación entre sí para que cada uno sepa dónde se guardan siempre los medicamentos, quiénes tienen acceso a ellos y quiénes los administran. La mayoría de las preguntas relacionadas con la administración de medicamentos deben ser contestadas por el médico o el farmacéutico, pero he aquí unas pautas generales que puede tener en cuenta:
Para cada medicamento utilizado por un niño, las escuelas y los centros de cuidado de niños tienen la obligación de pedir a los padres que llenen y firmen un formulario antes de dejar al niño en la escuela o el centro. Usted debe diseñar su formulario de modo que incluya lo siguiente:
Para aquellos medicamentos que se tomen por un período prolongado, es necesario informar a las escuelas y los centros de cuidado de niños cuándo deben avisar a los padres que las medicinas están a punto de terminarse.
Estudios recientes han demostrado que ciertas substancias presentes en el jugo de toronja (pomelo) pueden aumentar radicalmente la potencia de algunos medicamentos, mientras que otros jugos de frutas cítricas en efecto pueden disminuir la eficacia de ciertos medicamentos, incluidos algunos antibióticos.
Es una buena idea administrar un medicamento con agua o con un jugo menos ácido, por ejemplo, el jugo de manzana. También debe evitarse la leche, ya que puede provocar reacciones adversas cuando se toma en combinación con ciertos antibióticos. Para estar seguro, pregunte a su pediatra o a su farmacéutico acerca de las interacciones entre las comidas y los medicamentos antes de administrarse por primera vez una nueva receta.
Los padres y los educadores deben estar atentos a cualquier síntoma anormal, como también al impacto de los efectos secundarios en el aprendizaje y el comportamiento del niño. Los efectos secundarios pueden variar de mínimos a potencialmente mortales. Los llamados efectos secundarios 'menores' podrían incluir diarrea, somnolencia o salpullido, condiciones que son molestas pero no inaguantables.
Otros efectos secundarios pueden requerir atención médica o por lo menos una llamada al médico o al proveedor de atención de salud. Los síntomas peligrosos que hay que tener presentes son un latido cardíaco irregular, vómitos o diarrea por un período prolongado, desmayos, un salpullido extenso, convulsiones, dificultades respiratorias, fuertes dolores de cabeza o la presencia de un color amarillo en la piel o los ojos. Conviene estar consciente del impacto de los medicamentos y desarrollar conocimientos a fondo sobre los síntomas de peligro.
Parent & Educators’ Drug Reference: A Guide to Common Medical Conditions and Medications for Children por Alan P. Agins, Ph.D., farmacólogo, es publicado por PRN Press, Cranston, RI, 1999. Esta guía de uso fácil ofrece información práctica sobre cómo funcionan diversos medicamentos, como también sobre sus efectos secundarios y la forma en que pueden afectar la educación de los niños. Se incluyen explicaciones de condiciones médicas comunes en los niños con sus tratamientos correspondientes. El libro también incluye consejos, recomendaciones y sugerencias prácticas para padres y maestros.
Child Health Talk Boletín informativo para padres publicado por el National Black Child Development Institute. Visite el sitio web en www.nbcdi.org.
Healthy Child Care America Boletín informativo publicado por la American Academy of Pediatrics para profesionales de atención de salud, proveedores de servicios de cuidado de niños, y familias. Visite el sitio web en www.aap.org.
La depresión es un serio problema de salud que afecta a personas de todas las edades, incluidos los niños y los adolescentes. La depresión es la existencia persistente de un estado anímico de tristeza o irritabilidad y la pérdida de interés o placer en casi todas las actividades. Estos sentimientos vienen acompañados de una amplia variedad de síntomas adicionales que afectan el apetito y el sueño, el nivel de actividad y el poder de concentración, y los sentimientos de valor propio.
La depresión clínica implica más que sentirse melancólico o pasar "un mal día." Y es distinta de los sentimientos de dolor que pueden acompañar a una pérdida de gran trascendencia, por ejemplo, una muerte en la familia. No se trata de una enfermedad personal o un defecto de personalidad. Las personas que padecen de depresión clínica no tienen la capacidad de sencillamente "volver en sí."
La depresión es una forma de enfermedad mental que afecta al cuerpo entero - causando un impacto sobre la forma en que uno siente, piensa y actúa. La depresión en los niños puede llevar al fracaso académico, al abuso del alcohol o de otras drogas, e incluso al suicidio.
El Daily Parent es preparado por NACCRRA, the National Association of Child Care Resource and Referral Agencies.
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